martes, 27 de julio de 2010

Paola (28) - Querétaro (México)

La música une…

Hace 10 años escuche y vi a elefante por primera vez. No saben… Fue mágico ese momento, no sabían quiénes eran ni que cantaban, solo en mi mente paso que tenía que conocerlos y termino el festival de Viña del mar, y no supe ni quiénes eran ni como se llamaban, jaja!!! Después en la radio escuche la misma canción que era “Así es la vida”, y me quede atenta para saber cómo se llamaban, y así supe que se llamaban Elefante.

Cada que escuchaba la canción en la radio le subía a todo volumen, ya me había aprendido la canción y un día mi hermano llego con el Cd y me lo regalo. Por fin supe quienes eran y como se llamaban. Al final de la portada del Cd venia una dirección de correo electrónico y me anime a escribir con la finalidad de felicitar al grupo y desearle mucho éxito. Envié el correo y enseguida recibí respuesta: era su manager y me conto un poco del Grupo de cada uno. Me dijo que pronto vendrían a Querétaro a una presentación, y que estaba invitada. Yo muy emocionada, pero ese día recuerdo que no podía ir porque había muerto el papa de un amigo y no podía. Pasó esa fecha y de nuevo recibí un correo en donde me preguntaba porque no había ido. Le explique y me dio una noticia muy buena: debido al gran éxito vendrían de nuevo en un mes, a pesar de que para mí era mucho. Me dije que ahora si tenía que ir a un show porque me encanta su música. Me aprendí todo de ellos, investigue, pero el problema era con quien iría. A todos mis amigos pregunté si me acompañaban, y nadie podía por una u otra razón. Le rogué y rogué a mi mejor amiga y por fin cedió, claro con una condición. Al estar en la discoteque esperamos poco para que comenzara el show. Yo preguntaba a las personas del staff del grupo por el manager, pero oh sorpresa no había podido venir. No saben!!! Me sentí un poco mal. Gracias a que conocía a todas las personas del antro me pasarían sin ningún problema al camerino a conocer a Elefante, mi amiga un poco angustiada no podía creer que estaba ahí jajaja!!!

Comenzó el show del grupo. No saben!!! Mi corazón latía a mil por hora; es uno de los conciertos que no podre olvidar nunca, ya que se escuchaba cada instrumento, fue único. Después del recital pasamos a conocerlos, fue un sueño y por fin a mi amiga le encanto Elefante

Después me invitaron a más shows en donde se presentaban. Ahí estaba con mis amigos, jaja pobres!!! Pero les gustaba de alguna manera asistir a los shows y que nos pasaron a zona vip.
Después busque un club, y encontré la pagina del mejor club, o sea Elefans, y ahí conocí a fans extraordinarios. Por primera vez con mi amiga viajamos al DF, anduvimos en metro… Fue muy padre conocer a personas con el mismo gusto y compartir un show con más, era súper… En cada show pasábamos a saludar a los chicos de Elefante en camerinos recuerdo algo que me decían “Querétaro – Df… Bueno te queda cerca… Jajaja”.

Y así pasaron los años, hasta que después de muchas “elefanteaventuras” conocí y conocí a las que ahora son mis grandes amigas, y a personas que me dio gusto conocerlas pero hasta ahí.

El conocer al grupo no es solo conocer su música sino a estos cinco grandes artistas humildes, divertidos y buena onda que cada show te reciben con una gran sonrisa.
El conocer a Javi fue mágico también el sentir ese no sé que es inexplicable, que al momento que interpreta cada canción, escuchar el acorde de Rafa, Ahis, y Tracks también es como si el latido de mi corazón se pusiera de acuerdo con ellos, y las batacas de Iguana… Gua!!! Es mágico….
Así que por eso les comparto mi pasión por la música de Elefante y mi amor hacia ellos, y respeto sobre todo. Como dice su nombre, Elefante da pasos seguros como un elefante y deja huella. Es lo que ha dejado en mí, y el seguir apoyándolos y asistiendo a sus shows como si fuera el primero.
Gracias Elefante por todo este tiempo de alegría. Y que sigan muchos años por compartir con ustedes y con todos los fans de todo el mundo, porque su música une culturas y acorta distancias.

Bendito aquel día que los conocí… Y la historia sigue…

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